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Sunday, June 13, 2010

Finde

Como todo sábado, me levanto temprano. Mientras espero el mensaje de Cata sigo con la interminable tarea que empecé hace unos diez días: las valijas; el detalle es que hoy tengo que terminar sí o sí Suena el timbre, los papás de Sopa pasan a saludarme y regalarme una billetera que me viene de los mas handy para el viaje. Gracias por todo, se pasaron, bye bye.
Texto de mi amiga, quedamos en encontrarnos en "Las Chicas" en una hora para desayunar. A la hora de elegir no somos nada originales y a menudo coincidimos en el plato; esta vez no es la excepcion, BBB es el nombre del bagel con huevos, panceta, avocado y no me acuerdo que mas que nos clavamos. Con algo en el estómago, podemos empezar a hablar de lo que sucedió la noche anterior cuando fuimos a tomar algo con Sopa y algunos personajes más (nada misterioso).
Con la panza llena y dura y el corazón no tan contento salgo para la city, esas compras de último minuto. Termino rápido y vuelvo a mi cueva, no puedo creer que me lleva otras seis horas vaciar mi habitacion. En la semana mandé todo, fueron 86 kilos, mucho mas no podía tener. Le erré grueso, muchísimo mas guardaba, esa gran facilidad para acumular porquerias (porque si hay algo a lo que no me dedique fue a hacer shopping) y a recibir libros que mi hermana compra por internet.)
Cata me busca, son tipo 8pm, vamos para su casa. Ya hay un grupo de argentinos, un colombiano, unos australianos y un yankee que no puede con su existencia. Con las argentinas lo miramos con asco, por suerte quiebra rápido y se va a dormir. Salen las empanadas. Empanadas y Malbec. Una fiesta. Gana Korea, nadie mira ese partido. Llega Timmy, preparamos unos fernés y nos sentamos con el resto de la gente (todos argentinos, los australianos están afuera en el patio, chupando) y baja Diego del bus. Se escucha parte del himno, empieza el partido y vemos lo mismo que todos ustedes.

Domingo a la mañana Timmy me da un regalo; cachetazo de realidad, falta poco para la despedida. Gracias, gracias, gracias. Creo que nunca me dieron algo así.
Tenemos que partir. Salimos para Heathcote, en el corazón de Victoria, al viñedo la familia de Lucy. Pasamos el día ahí, probando diferentes vinos, comiendo quesos y para el almuerzo el ya clásico sausage roll (que no entiendo porqué tiene tanto éxito). De acá saldré al aeropuerto así que estoy vestida con lo que viajo. Obvio que torpeza mediante vuelco un vaso de tinto y me mancho todo mi buzo celeste. (Lo que me hace pensar ¿en qué pensaba cuando separé un buzo CELESTE para viajar un mes? ¿Por qué no elegi uno blanco?) El padre de mi amiga nos lleva por un tour y explica todo el proceso para hacer el vino, no tengo idea de qué habla, no puedo concentrarme en lo que dice este buen hombre.
Se hace de noche, entramos a la casa, nos quedamos frente al hogar. Le doy a Lucy y a Becky unos regalillos, nos acompañan al auto, el cielo está estrellado pero todo está muy oscuro, no veo a las chicas. Se acercan, abracito, chau chau, take care, will miss you, me too, have fun, todo eso, me suelto rápido, al auto.
Cruzamos la tranquera y pobre Tim que me va a tener que aguantar las próximas cuatro horas. Check in done, no quiero ir al gate. Not yet. 'Let's get you on that plane,' me dice después de un rato. No. Cinco minutos más, le pido. Por suerte son de esos que pueden extenderse hasta otra hora.

Al avión despega y mi partida es un hecho. Tengo mil horas de escala en Malasia que me vienen bien para dormir, pensar, llorar y sobre todo darme cuenta de todo lo que tengo que valorar.
Acabo de encontrarme con Jeni en Bangkok, este viaje también es un hecho y ya lo empezamos a disfrutar.

1 comments:

Anonymous said...

aaaay brother, qué lindo!
cada vez falta menos
espero que la rompan en Asia (sigo sin saber a dónde van... Abuelita quiere hacer recorrido con un mapa para que yo sepa... o no)


un mes, tres días, y contando

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