Feeds RSS

Monday, March 1, 2010

Primero

La noche anterior casi no dormís. El comienzo no te tiene nerviosa; estos últimos días estuviste despierta hasta entrado el medio día porteño y cuando el sueño te estaba por vencer Liliana tenía algo para decir. Estabas pasada de rosca y enrosque.

Como cualquier primer día de clases, la universidad está llena de gente en todos lados. Enseguida detectás a los nuevos: tienen sus mapas abiertos, miran hacia adelante, hacia el mapa, al costado, al mapa… no tienen idea para dónde tienen que ir. Hay mesas en todo el ‘patio’ central y a la entrada de cada edificio con estudiantes que te quieren vender libros usados, membrecía a alguna asociación, comida; están los que luchan por la igualdad y piden firmas para concession para el transporte o te piden apoyo para una ley que afecta a las bandas que tocan en vivo en bares o alguna marcha gay.

Llegás con un poco de ansiedad a la primera reunión con tu supervisor. Estuviste trabajando con el que te habían asignado los últimos siete meses pero se fue de leave y te derivaron a otro. Ya le mandaste lo que hiciste por mail y casi rezás porque no te pregunte si de verdad eso es todo lo que hiciste este tiempo. Respirás cuando te dice que es ‘promising’. Sabés que todo puede tomarse así pero te da tranquilidad y, sobre todo, ganas de seguir explotando lo que empezaste.

Entrás a la clase y ves caras conocidas alrededor tuyo. Justo antes de que empiece la clase entra él. El que no querías volver a ver por el papelón que hiciste un año atrás cuando tuvieron que presentar algo juntos y nunca entendiste de qué estabas hablando – y todos se dieron cuenta. Te sorprende lo cómoda que te sentís cuando te encontrás participando en clase y no perdés tiempo pensando si estará bien lo que querés decir.
En el recreo estás con él y tu compañera mejicana. Él probablemente no esté interesado en tus vacaciones pero se muestra amigable y confirmás, una vez más, de que los fantasmitas son todos tuyos.
La mejicana te comenta que se dio cuenta de que a partir de ahora, la mayoría de las cosas que haga en esta ciudad, serán las últimas. Le decís que venías pensando lo mismo y después de un breve silencio vuelven a clase. El calendario te muestra todo lo que tenés que hacer en los próximos meses y estás tan entusiasmada que anotás todo lo que vas a empezar a hacer esa misma noche.

Se termina tu tercer primer día de clases en Melbourne, volvés a tu casa y te tienta subir a la incesante calesita. Imaginás a tu abuela decirte 'first things come first' y te dormís con un objetivo: exprimir las once semanas que quedan.



2 comments:

Anonymous said...

mmm muchos pensamientos
el muchacho es potable? los nervios son por algo así?
estás segura de que sólo quedan 11 semanas? para mí vas a querer estar un ratito más
ya sabés qué pienso... pero es importante que hagas lo que vos querés, y si quedan 11 semanas no me quedan dudas de que las vas a exprimir cual naranja si es para jugo o limón si es para el pollo
anywho, espero que tu re-arrutinamiento siga bien y lili no sea demasiado terrible
hablamossssss y mirá videoclips así adivinás de qué canción hablooooooo

Fer said...

amiga como 11???? me perdi un capitulo me parece...

Post a Comment