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Monday, April 12, 2010

Hokey-Pokey Pro

La semana pasada recibí este mensaje de mi primo: Estoy mirando el torneo de Bells Beach...estas con tiempo para ir para alla? Pegate una vueltita que se ve que hay buenas olas!!!!
El pronóstico anunciaba lluvia para los tres días que quedaban del campeonato pero como son tan acertados como el sistema meteorológico argentino, hacia Bells partí, a ver el Rip Curl Pro.
En Torquay viven K (la hermana de S) y G, su marido. Gracias a un amigo de él, tenía pase para el VIP, todo muy top. No me equivoqué, no llovió. Tan tranquilo estuvo el clima que hasta las aguas estaban calmas. El mar era una laguna, con lo cual, la última round y la final fueron trasladadas a otra playa.

El capítulo de mi experiencia con un deporte tan local como es el surf será escrito en otra oportunidad. El año pasado, cuando fuimos con L y V al mismo torneo, llegamos media hora después de que el ganador tocó la campana de la victoria. Mucho no nos importó porque sabíamos que a la noche había fiesta. Lástima que nadie avisa que los únicos que salen esa noche son menores de 21 y que en Torquay hay solo tres taxis (que nunca ves y por eso te tenés que volver caminando el par de kilómetros hasta la casa).
Nada de fiesta en esta oportunidad, pensé antes de ir. Pero así como el mar calmo no me permitió ver a Kelly, Mick ni nadie, hubo otro cambio de planes. El cumpleaños número 70 del suegro de K fue el motivo de fiesta esta vez.

En dicho evento, estaban los tres hermanos de G con sus respectivos, los padres obviamente, algunos amigos del agasajado, y yo. Hace meses que los vengo viendo, así que ya conocía a casi todos. Uno de los hermanos de G es Charlie. ¿Recuerdan el evento Super X? Charlie me había invitado a navegar, y claro que quien escribe se ahogó en el muelle y al final nunca hicimos nada. Charlie llegó con su novia. Grrr. Típico. Histérica.
Más allá de eso, sonrisita en todo momento. Probablemente haya estado un poco desdibujada cuando la cuarta persona que no conocía me preguntó qué hago acá, por qué, qué quiero hacer cuando termine, si me gusta Australia… dos veces por semana alguien me hace este cuestionario (ya no incluyen qué cocino). Si se trata de gente que no voy a volver a ver (y no tenemos a nadie en común), invento. Voy alternando entre las tres o cuatro identidades que creé durante el año.

Pero volvamos a la fiesta. El señor que cumplía años sólo tuvo su minuto de fama luego de soplar las velitas, cuando dio su speech (aman dar discursos). El resto de la atención giró en torno al pequeño Will, único nieto/sobrino de la familia. Tiene más o menos un año y medio. Will y yo nos conocimos hace unos meses, y podría decir que nos habíamos comunicado bastante bien. Debería haber ido a visitarlo porque o se olvidó de mí o siempre le caí mal porque me hizo pasar un momento feo. Muy feo.
Algunos charlábamos en la cocina cuando la madre de Will se acercó con su hijo en brazos. 'Hi five, Will,' djo G. El pequeño sonrió, la madre lo acercó a G y chocaron sus manos. El que estaba al lado de G dijo 'Hi five, Will,' el pequeño sonrió, la madre lo acercó y chocaron sus manos. El que estaba al lado…
Faltaba cada vez menos para mi turno. 'Hi five, Will,' dije y produje una sonrisa muy falsa. El pendejo ni mu. Todos estallaron y yo sentí cómo mi cara tomó color en menos de un segundo.
Cuarenta minutos después se repitió exactamente la misma escena. Lo único que cambió fue el tono de las risas y mi blushing, quemaba esta vez.
Como si no hubiera sido suficiente, hubo una tercera vuelta de Hi fives. Will me miró, levantó la mano, yo hice lo mismo, la madre lo acercó y él la bajó. Osoooo. Un desubicado.


El baile empezó cuando todos estábamos en el living, después de comer la torta. 'You put your right foot in, you put your right foot out, you put your right foot in…' Will daba saltitos, se movía en círculos.
Pasé años con esta canción, 'and you shake it all about,' me encontré "cantando". La madre del chiquito me escuchó y después de que me dijera tres veces que me parara a bailar con Will me levanté. Ahora todos se van a enterar del terror que le tengo a los bebés, de lo poco que me quieren. Genial.

Agarré las manos de Will y encorvada, empecé: 'You put your left foot in, you put your left foot out…' No me dejes ahora. Vi una sonrisa. ¡Estaba contento! '…you do the Hokey-Pokey and you turn yourself around,' escuché su carcajada y me relajé. Entusiasmados, Will y yo pasamos por las manos, nariz, todo el cuerpo.

Hora de irnos, mi sonrisa fue sincera cuando lo fui a saludar. Solito levantó su mano y cuando hice lo mismo, Hi five! That’s what it’s all about.


4 comments:

sasita said...

yeah!!! first!!! iei nada, solo queria experimentar la sensación de comentar primera!! ajajajajaajjaa
no, en serio, feo cuando te hacen eso los niños, lo unico bueno es que con 2 o 3 morisquetas ya se hacen íntimos y te adoran. De ahora en más ya sabés como conquistarlos... http://www.youtube.com/watch?v=UDmCSvqhhoI
beso

V Lady said...

jaja bueno el video! igual, le puse mucha mas onda, sino el pendex no aflojaba!! jaja

Anonymous said...

Mmmm que miedo los niños...!!! ´Bien vicuchi igual que te autosuperaste.

Anonymous said...

jajajaja muy bien bro! estás para abrir un baby-sitter agency cuando vuelvas
qué genio Will...
K y G bien? bah, contestame por mail
tengo fiaca y muy poca inspiración para el comment
éxitos

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