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Monday, April 5, 2010

Bendigo

Después de considerar varios destinos dentro de Victoria, Becky, Amy y yo decidimos ir a Bendigo porque ahí vive el novio de una de las chicas y así no gastaríamos en alojamiento. Acá el viernes y lunes son feriado para todos (pasan el del sábado al lunes) y mucha gente también tiene el martes off. Para nosotras, no era más que una escapada de fin de semana porque las tres teníamos planes para el domingo (ellas con sus novios, yo con la tesis).

Allá lejos y hace tiempo, Bendigo creció gracias a la fiebre de oro, y hoy es la cuarta ciudad más poblada de este estado. La mayoría de los edificios son de fines de 1800, principios de 1900; cada tanto aparece la construcción moderna de un banco y esculturas de artistas contemporáneos en las plazas. Esta ciudad queda a unos 130 kilómetros de Melbourne. Podés tardar una hora en tren o unas cuantas más s
i vas en auto y parás en algunas de las tantas wineries que hay en el camino.

No hice la ruta del vino en Mendoza y fui a muy pocas bodegas en mi vida. Las tres que visitamos el viernes no tienen nada que ver con lo que imaginaba. Entramos a la primera, que era un cuarto de no más de tres por cuatro, divida por una barra detrás de la cual había una señora de porte importante, pelo desprolijo y unos cuantos huecos donde deberían haber dientes. Amorosa la señora, eh. Nos dio de su cidra, las chicas le charlaron y seguimos ruta.
La llegada a la segunda parada estuvo cerca de ser el fin de nuestra aventura cuando Becky le dio con ganas a los cráteres que había en el camino de tierra. Este lugar era la parte de atrás de la casa de un matrimonio que vivió diez años en Buenos Aires y Tucumán, y ahora se dedica a hacer vino. Esta vez me tocó hablar a mí.
La tercera bodega era la más grande, más comercial. Aún así, desde la terraza que daba a un lago y el interminable verde, se veía la ropa en el tender. El vino más o menos, pero la bandeja de quesos riquísima (eran las 4pm, cualquier cosa hubiera sido rica).

Y la entrada a lo de Alan, el novio de Amy... He visto como viven muchos estudiantes acá y, en general, todas las casas son un desbole, los muebles son viejos y nada combina con nada; ni hablar de una planta. Pero esta casa es diferente. ¿Por dónde empezar? Es una casa antigua, de techo alto, y a pesar de los ventanales es oscura. Después de cruzar la puerta y pasar por encima de botas, zapatillas, bolsos y bolsas cual vayas para llegar al living, me encontré con una tabla encima de la chimenea que está llena de piedritas. (Para mí son piedritas, claro. Él es geólogo.) La mesa en el centro es la enorme caja del home theatre que acaba de salir; está llena de vasos sucios. Nunca pude ver la alfombra, está cubierta de pelusas…
Pasé por la cocina para ir al baño y de un cajón colgaba la bolsa de residuos, a la que entraban y salían hormigas en una línea que vaya a saber uno donde empieza. ‘Amy, do you want me to help you a bit here?’
Estoy lejos de ser obse, pero este grado de suciedad no va. Mi amiga me dijo que no hacía falta, que era el sistema que había creado Alan porque sino las hormigas entraban a la casa.


Llegó Alan y salimos a cenar. Del pub fuimos a otro bar, y de ahí al boliche de Bendigo. Mientras la gente llegaba al baile, los muchachos de la banda fueron tomando sus posiciones en el escenario. Todos los hombres en esta ciudad son bogans, según algunos. (Bogan indica clase baja, tipo de slang, educación, ropa, etc. Un estereotipo más.) Los chicos de la banda, con tatuajes, algún que otro arete, y mirada de chico malo, empezaron a tocar. Hay veces que what you see is not what you get. ‘Jesse’s Girl’ y ‘Mr Jones’ fueron cantados por todo el público, entre otros hits y el broche de oro fue ‘You’re The Voice.’ (Si un australiano no conoce esta canción pídanle el certificado de nacimiento.)


‘We're all someone's daughter
We're all someone's son
How long can we look at each other
Down the barrel of a gun?

We’re not gonna live in silence
We’re not gonna live in fear
Whoa oh oh…’


La gente estaba al palo.

Una vez en la casa, camino al baño con el cepillo de dientes en la mano me enteré que no andaba el lavatorio. A cepillarse los dientes a la cocina. Estaba oscuro, tenía sueño y no pensé mucho en la situación (de la que no tenía salida).


(Me da un poco de cosa criticar así. El flaco es un amor que nos recibió en la casa, pero no puedo entender cómo vive.)

A la mañana me desperté última, fui a hacer uso de la cocina-baño. La pequeña mesada desbordaba de platos y cubiertos sucios. Todo esto a milímetros de la pileta, donde descansaban los restos de dentífrico de alguno de los que pasó antes. No soporto ver pasta de dientes en un lavatorio, me da mucho asco, y que esto estuviera sucediendo en una cocina me empezó a dar arcadas. Agarré mis cosas y las empecé a llevar al auto. ‘Hey, there’s no rush. Let’s prepare brekky,’ me dijo Amy.
‘Why don’t we go out for breakfast?’

Terminó siendo uno de los fines de semana más caros desde que estoy aca. Mis ganas de huir de la casa me hicieron invitar el desayuno cuando las chicas se resistieron.

Regularé en la semana, me alimentaré de los pocos huevos que me quedan... no es tan grave. Al menos ya tengo mi baño con lavatorio en funcionamiento.

4 comments:

Anonymous said...

jajaja estás más quisquillosa y atenta a eso porque ahora que vivís "sola", estás más consciente; es lógico
y bueno; así cuando vuelvas y te independices, vas a mantener tu hogar en un estado aceptable (sin que Nanny tenga que pasar todos los días para chequear)
viste que fue bueno recibir tantos huevos? ahora te podés alimentar con eso
men, me desperté con 9 grados... feeeeck... uds ya lo están sufriendo tmb?
ayer asado en lo de Agustín... comí todo lo que no comí en el año... y no es un chiste
jeje
sentate y escribí la tesis, chiquita!
au revoir!

VI-K said...

Acá va de vuelta pq no se que carancho hice con comment previo.
Te leo y no puedo evitar pensar que somos inequívocamente hijas de nuestras madres, cómo no berrincharnos ante la suciedad?? una cosa es el despiole, pero otra muy distinta es la mugre y los bichos!!!! Será amoroso el chico pero un puerco ignorante porque hay venenos mas efectivos contra las hormigas que dejar abierto el basural.
Sabrás q' ya ESTOY DE VUELTA X LOS PAGOS, asique mientras te espero acá me deleitaré con tus anécdotas y obvio que estás obligada a postear todas las de tu proximo viajecito, q`envidia non sana!!!
GOOD LUCK con la tesis, se puede saber el tema? contame x mail

Anonymous said...

Yo tmb detesto los restos de pasta de dientes!!!! así q ni me quiero imaginar lo que sería verla en la cocina (puaaaaj!)

Besotes Vic y éxitos para mañana!!!

Virgi F

Anonymous said...

La verdad, me sentí muy mal (y muy identificada) con tu relato, que horrible tener que pasar unos días en un lugar asi!!! ni me quiero imaginar las condiciones del baño, si el resto de la casa estaba asi, so gross...
Sa

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